La impresionante arquitectura de los imperios aqueménida y sasánida es uno de los grandes atractivos de Irán, pero el recuerdo que más perdura en la mente del viajero es la riqueza cultural de los bazares, la vida en los barrios antiguos y, por encima de todo, la extraordinaria hospitalidad de la gente.

Un mes en bicicleta, plagado de vivencias inolvidables, nos mostró una parte de la realidad de este pueblo milenario, lejos de los estereotipos que han arraigado en la cultura de Occidente.